Nuestra Historia
Nuestra historia se remonta al “Centro Bíblico Santa Clara” fundado por tres familias del Reparto Santa Clara,
Barrio San Jacinto, San Salvador en los primeros años de la década de los 80’s, al inicio de la guerra civil.
El propósito de las familias Navarrete Figueroa, Rodríguez Zelaya y Avendaño Escalante, era ayudar a la necesidad
espiritual de sus vecinos, evangelizándolos y enseñándoles la Palabra de Dios.
En el año 1983 se formaliza el nacimiento de la congregación. Es por ese tiempo, en el año de 1984, que los hermanos
Juan Manuel Martínez, su esposa Becky y su pequeña hija Eunice, llegan a vivir a la colonia Santa Clara. Los líderes
los invitan a ser parte de aquel grupo de creyentes, para predicar los domingos y enseñar la clase bíblica de adultos.
El Centro Bíblico Santa Clara, convertido en la Iglesia Mahanaim (dos Campamentos) en 1986, continuó reuniéndose en
una “galera”, construida de madera con la mano de obra del hermano Vicente Vargas. La tarima, donde estaba el púlpito,
era sostenida por una compleja estructura de madera sobre un terreno quebrado, sin tener terreno fijo sobre la cual descansar,
prácticamente “en el aire” ¡Se debía predicar con mucha fe!
En ese año, el hermano Juan Manuel Martínez es ordenado como pastor por las autoridades de la Misión Centroamericana,
la denominación evangélica pionera del trabajo eclesial protestante en El Salvador, llegada al país a fines del siglo 19.
El Señor iluminó al pastor Juan Manuel y a los líderes de aquel momento, con dos verdades importantísimas para la edificación
de la iglesia. La primera, el entendimiento del Reino de Dios como una realidad presente y futura; y la segunda: la presencia
y operación actual de todos los dones espirituales que menciona la Biblia. La predicación y vivencia de estas verdades produjo
una crisis con las autoridades de la denominación, ya que en su teología, se sostenía que el Reino era una realidad solamente
futura y que había ciertos dones, como los de lenguas, sanidades, discernimiento de espíritus y otros “sobrenaturales”, que ya
han cesado, y no deben practicarse en la iglesia.
Lo anterior desemboca en la salida del Pastor Juan Manuel Martínez de la denominación, quien, al dejar sus oficinas, pide que
oren por él con imposición de manos para encomendarlo al Señor, a lo cual ellos acceden con mucho gusto.
Al comunicar a la iglesia local tal decisión, ellos unánimes deciden apoyar el ministerio de su pastor, movilizándose para legalizar
lo que ya era una iglesia viviente. Así nace en agosto de 1990, con un Grupo de alrededor de 50 personas, la Iglesia Campamento de Dios.
Socialmente el país atravesaba una época de cansancio emocional y decaimiento económico, por la guerra civil y el terremoto de 1986.
El nacimiento de Campamento de Dios, sucede dentro del contexto de la finalización de la peor década de la historia salvadoreña, y
el inicio de una nueva con gran esperanza, debido a la firma de los acuerdos de paz en 1992.
El nombre de la congregación fue el resultado de la iluminación de Dios en Génesis 32, y la influencia del contexto de confrontación
militar. Los campamentos eran lugares de habitación y entrenamiento militar, eran parte de la realidad, entonces nace el Campamento
de Dios, para la salvación, entrenamiento y avanzada del pueblo redimido del Señor, su Iglesia.
Fortalecidos por la gracia del Padre, la obra plena del Hijo y el poder del Espíritu, llegamos al inicio de la segunda década del
siglo veintiuno, para vivir la fe en medio de los desafíos teológicos y sociales presentes, agradecidos por habernos llevado a ser
una Fraternidad de Iglesias nacional e internacional, en crecimiento hacia la madurez en Cristo, buscando la salud integral, discipulando
para Jesús, hacia el servicio en su Reino, por la plantación de Iglesias, por la educación formal, y con acciones de desarrollo social.