NUESTRA TEOLOGÍA ES REFORMADA Y RENOVADA.
La Red de Iglesias Campamento de Dios, ha adoptado una teología reformada, no dispensacionalista, por considerarla más
bíblica y apegada a la historia eclesial. Teología que los reformadores del Siglo XVI expusieron y escribieron, la cual
es un gran legado para para moldear la teología de la iglesia del siglo XXI.
Al mismo tiempo de recibir el legado histórico y doctrinal de la reforma, la Red de Iglesias está abierta a las frescas
visitaciones que el Espíritu Santo está haciendo para renovar su Iglesia, iluminando y activando, desde las Escrituras,
verdades para el crecimiento del pueblo de Dios. Creemos que los dones del Espíritu están activos en los santos en estos
días y que los cinco ministerios mencionados en Efesios 4:11, están operando actualmente para servir y perfeccionar a los
santos. Nuestra teología, entonces, es Reformada por su énfasis en la Biblia, como autoridad final de la fe y práctica
de la Iglesia; y Renovada, por su énfasis en la vida en el Espíritu Santo de la comunidad eclesial.
NUESTRO MINISTERIO ES CELULAR Y CORPORATIVO.
Siendo la Iglesia el cuerpo vivo de nuestro Señor, podemos pensar en ella como un ave con dos alas. Proponemos que el
crecimiento integral de la iglesia, espiritual, emocional, intelectual, social y físico, es el resultado del desarrollo
de un ministerio que tenga como columna vertebral la Palabra y la Oración y que logre integrar nueve operaciones ministeriales
en dos alas: Ministerio de Grupos de Pacto o Células y Ministerios Corporativos o de apoyo pastoral. La meta es realizar el
ministerio modelado por Jesucristo y los Apóstoles.
Con base en los grandes credos universales: El Apostólico, el Niceno, el de Atanasio y el de Calcedonia, expresamos nuestra fe
cristiana de la siguiente manera…
1. Creemos que hay un solo Dios verdadero, Todopoderoso, Creador y Sustentador de los cielos y la tierra, que existe como el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y que es digno de todo honor, adoración y alabanza. Colosenses 1:15-16, Efesios 1:9-10,
Mateo 28:19.
2. Creemos en la Palabra de Dios escrita, la Biblia, como la única norma de autoridad. Creemos en su inspiración divina y
que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, en sus escritos originales están libres de error. 2ª Timoteo 3:16-17.
3. Creemos que el propósito original de Dios al crear al ser humano a su imagen fue mantener una familia humana productiva,
en un ambiente de salud, paz y armonía; pero la humanidad pecó perdiendo la comunión con Dios y el dominio de la creación.
Génesis 1:27.28, 3:1-8, Romanos 3:9-25.
4. Creemos en Jesús, el Unigénito Hijo de Dios, el Mesías, el Verbo que se hizo carne, engendrado, no creado. Fue concebido
por el Espíritu Santo y nació de la virgen María, vivió sin pecado y murió para cumplir la demanda de la justicia divina y
destruir las obras de Satanás. Resucitó de los muertos y ascendió a los cielos, donde ahora está sentado a la diestra del
Padre. Hebreos 10:12-13.
5. Creemos que somos salvos por la Gracia de Dios, por medio de la fe y no por el resultado de nuestras obras. Romanos 5:8, 6:23,
Efesios 2:8-9, 1ª Timoteo 2:5.
6. Creemos en el Espíritu Santo, en su obra en la tierra como Maestro, Confortador y Guía. Su fruto y dones operan en cada
uno de los creyentes hoy en día. Juan 14:16-18: Hechos 1:8, 2:1; Efesios 5:18; 1 Corintios 12:1.
7. Creemos en la sanidad divina provista en la voluntad perfecta de Dios, a través de la sangre expiatoria de Jesucristo.
Marcos 16:18, Santiago 5:14-15.
8. Creemos que Jesús tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra sobre todo principado y potestad. Mateo 28:18.
9. Creemos que el Reino de Dios fue inaugurado por Jesucristo, que es edificado y demostrado por el poder del Espíritu Santo
a través de las relaciones en verdad y amor de la Iglesia. Hechos 1:8. Efesios 4:10-16.
10. Creemos en la Iglesia Universal, apostólica (fundamentada en la doctrina de los apóstoles) y Bíblica (definida y sostenida
por la Biblia), las puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia. Efesios 2:13-22.Mateo 16:18.
11. Creemos en la segunda venida de Jesucristo a la Tierra en forma personal y corporal, para juzgar a los vivos y a los muertos.
En su venida, los creyentes vivos serán transformados y junto a los creyentes resucitados saldrán a recibirlo a los aires;
al descender, pondrá fin a todo gobierno, principado y poder para que Dios sea el todo y en todos. Hechos 1:8-11; 1ª Cor. 15:22-26,
51-54; 1ª Tes. 4:17.
12. Creemos que Dios reinará por los siglos de los siglos. Amén. Apocalipsis 22:5.
DISCIPULADO CRISTIANO Y NUESTRA RELACIÓN CON EL COLECTIVO LGBTIQ+
Congregados, por su gracia, en Campamento de Dios y sabiendo que hemos sido enviados por nuestro Señor a discipular las naciones (ethnos) de toda la tierra, para ofrecerles la esperanza de Jesús, nuestro Señor, cuando dijo:
“El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas! Mar. 1:15.
Entendiendo que su mensaje a todos los seres humanos es a arrepentirse, a dejar el pecado, y, al mismo tiempo, a experimentar el gozo de sus buenas noticias, poniendo la fe en Él.
Comprendiendo que el evangelio de Jesucristo es un mensaje universal, incluidas las personas que por diferentes razones están confundidas con su identidad sexual y las que sostienen combativamente la ideología de género unidas por las banderas de los colectivos LGTBIQ+.
Ante ellas y todas las personas, hombres y mujeres, que están parcial o abundantemente informadas de esta realidad social, como comunidad de discípulos de Jesús adoptamos las siguientes acciones:
1. Ser sensibles, y respetuosos al anunciar el evangelio y ofrecerles la shalom de Cristo.
Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Fil. 4:5.
Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres. Romanos 12:18.
Sabemos que hay un grupo de personas que, habiendo optado por cualquiera de las relaciones que resumen las letras LGTBIQ, se han organizado para llevar adelante una agenda política, apoyada internacionalmente, para la aprobación legal del matrimonio de personas del mismo sexo, la adopción de niños y niñas por estas mismas parejas, y la “educación sexual integral”, incluido el aborto. Algunos de ellos nos definen, a los evangélicos, como conservaduristas, arcaicos y homofóbicos.
Como discípulos de Jesús, no reaccionaremos con ira y venganza contra ellos. Más bien, con el amor de Dios los invitaremos al arrepentimiento y a la shalom de Cristo creyendo en Él como su Salvador y Señor.
Seguiremos los mandamientos del Señor, apoyaremos los intereses de las mujeres, al combatir la discriminación, la intimidación, la violencia o el utilitarismo del cuerpo de las mujeres. Rechazaremos el abuso contra niñas y mujeres, lamentando que a veces suceda, desafortunadamente, dentro del contexto eclesial. La Biblia nos manda proteger a todas las personas de la violencia, la discriminación y las violaciones de sus derechos humanos, independientemente de su género o sus preferencias sexuales.
Con gentileza y firmeza mantendremos y promoveremos nuestra creencia de que el Matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer así nacidos, que la crianza de hijos e hijas es sólo para parejas heterosexuales, y que los "derechos reproductivos" no deben incluir la experimentación infantil de la inclinación sexual, ni el derecho al aborto.
2. Explicar gentilmente la verdad bíblica y científica acerca de que sólo hay dos sexos: hombre y mujer. Génesis 1:26-28; Mateo 19:4.
Creemos que el sexo natal o biológico está, según la gracia de Dios, genéticamente determinado por los cromosomas y no puede cambiar. Aceptamos que un pequeño número de personas son intersexuales, quienes en su desarrollo físico en el útero les ha ocurrido una minusvalía.
Afirmamos que la identidad de género coincide con nuestro sexo natal. Aunque entendemos que hay una construcción social en los roles masculino y femenino, no apoyamos la definición, popularizada en los últimos años, que define el sexo por una percepción psicológica personal, eliminando la realidad biológica.
Declaramos que los hombres y las mujeres fueron creados por Dios (Gen. 1:26-28), que son iguales en dignidad, diferentes y complementarios en funcionalidad, variando la forma que manifiestan sus roles en la sociedad y cultura. Esto es normal y no debe confundirse con la disforia de género.
La disforia de género es una condición psicológica, en la que la percepción de alguien acerca de su género no coincide con el sexo natal. Según investigaciones, afecta a un pequeño número de personas, es una experiencia real, que puede causar angustia profunda y requiere una respuesta compasiva. Aunque no hay evidencia científica de que algunas personas hayan "nacido en el cuerpo equivocado", como discípulos de Jesús, nos disponemos a servir a aquellos que luchan con la disforia de género.
Lo anterior no excluye la condenación bíblica de la homosexualidad y el lesbianismo, definidas como conductas pecaminosas (Génesis 19; Romanos 1:26-28), sujetas de redención.
3. Promover a la familia como regalo de Dios para maximizar las posibilidades de felicidad, estabilidad y florecimiento desde la concepción hasta la muerte. Salmos 127; 144:12-15.
Creemos que el plan de Dios para la familia es que haya un hombre y una mujer casados de por vida, en fidelidad y amor, guiando a sus hijos e hijas, en una estrecha relación con su familia extendida. Aunque este modelo no siempre es posible, y ha sido desdibujado por los comportamientos de hombres machistas, debe ser a lo que aspiramos como Iglesia y sociedad.
Como discípulos de Jesús nos disponemos a apoyar las familias monoparentales, trabajando para que la siguiente generación logre una vida familiar según el modelo de Dios. Promoveremos el apoyo a las niñas embarazadas y/o violadas, buscando que no multipliquen su dolor con la práctica del aborto. Animaremos la adopción de niños y niñas en riesgo o abandono social.
Afirmamos el papel prioritario de los padres en la crianza de sus hijos, como los cuidadores y educadores de atención primaria.
Resistimos la pretensión globalizadora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en particular, la sexta meta del quinto objetivo, que dice: “Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos finales de sus conferencias de examen.” Porque obliga a los gobiernos a adoptar en sus sistemas escolares la “salud sexual y reproductiva”, que no es otra cosa que la ideología de género, para enseñar a los niños que experimenten y elijan su género/sexo; además de legislar en favor del aborto y los matrimonios del mismo sexo.
Queremos que nuestro hijos e hijas, nietos y nietas se sientan seguros de su sexo natal y desarrollen su género según los mandamientos de Jesús, dentro de sus propios contextos culturales.
4. Apoyar responsablemente nuestros Colegios, cuidando que provean una educación sexual y de relaciones apropiada según la edad.
Proverbios 1:8; 22:6.
Aunque los padres en muchas ocasiones no han sido ejemplo a sus hijos, no podemos dejar en manos del Estado, que tampoco ha sido ejemplo de honestidad, la educación de la niñez, permitiéndoles que les roben la fe en Dios. Ante el peligro permanente de que nuestro sistema educativo nacional adopte la enseñanza de la ideología de género, debido a la presión de la ONU, los padres deben mantener su derecho humano a educar a sus hijos según su fe cristiana.
En resumen, trabajaremos para asegurar que cada individuo conozca su valor infinito como ser humano, varón o mujer, creado a imagen de Dios y amado por Él.
Somos la comunidad de Jesús, acogedora para todos, ayudándoles a descubrir y descansar en su identidad eterna de hijos de Dios, apoyándonos unos a otros a superar nuestro propio quebrantamiento, miedo y confusión, para reflejar la imagen del Hijo de Dios, extendiendo su reinado hasta su segunda venida a la tierra.